Despliegue técnico
- Durante setenta días, el cable submarino de Canalink, que conecta Tenerife y Gran Canaria, fue utilizado como una infraestructura de observación científica por investigadores del Instituto de Ciencias del Mar (CSIC), la Universidad de Alcalá y el Instituto de Óptica (CSIC). Mediante la instalación de dos unidades de interrogación óptica en los extremos del cable, la fibra se transformó en una red de más de 10.000 sensores de deformación cubriendo una distancia de más de 120 kilómetros sobre el lecho marino y alcanzando profundidades de hasta 3.570 metros. Esta red permitió detectar terremotos locales y regionales, registrar e identificar ondas sísmicas generadas por eventos a más de 3.000 kilómetros de distancia, como las tipo T producidas por terremotos registrados en el Atlántico. Además, el estudio permitió observar señales no sísmicas, tales como las provenientes de tráfico marítimo o las generadas por olas superficiales, y analizar cómo la morfología submarina y el acoplamiento y contacto del cable al fondo marino influyen en la calidad de los registros.
Objetivos
- El proyecto tiene como objetivo validar el uso de cables submarinos de fibra óptica como sensores geofísicos distribuidos, aprovechando infraestructuras ya existentes para:
- Monitorear la sismicidad submarina y el vulcanismo en áreas oceánicas remotas.
- Analizar el ruido submarino y las fuentes acústicas naturales y humanas bajo el mar.
- Desarrollar metodologías de detección temprana de terremotos y otros fenómenos geofísicos.
- Reforzar la seguridad de infraestructuras críticas, como los propios cables submarinos, frente a riesgos naturales y antrópicos.
Colaboradores
- El estudio ha sido desarrollado por el Instituto de Ciencias del Mar (CSIC), la Universidad de Alcalá, la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA) y el Instituto de Óptica (CSIC), con la colaboración de Canalink y el apoyo de RedIRIS. La investigación ha contado con financiación del Gobierno de España, la Comunidad de Madrid, el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y el Consejo Europeo de Investigación (ERC – OCEAN-DAS).